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El cielo, literalmente, es el límite para el chef antioqueño Juan Manuel Barrientos, porque extiende su talento más allá de la cocina y se lanza al competido mundo de la hostelería: Elcielo Hotel & Restaurant es su sueño cristalizado y hace parte del grupo de lujo y hospitalidad colombiano (Elcielo Hospitality Group) con líneas de negocio en Colombia y Estados Unidos.
‘JuanMa’, de 40 años, que empezó a trabajar desde los 16 y completa 22 como cocinero, es imparable. A sus dos estrellas Michelin con sus restaurantes Elcielo Washington y Elcielo Miami, reconocimiento otorgado por la prestigiosa Guía Michelin alrededor del mundo, suma este nuevo proyecto ubicado en el corazón de El Poblado, en Medellín.
Elcielo Hotel & Restaurant está en el barrio Astorga, caracterizado por su oferta restaurantera con sitios como Cuon (también de Elcielo Hospitality Group), centros comerciales y por contar con accesos de movilidad rápidos gracias a su cercanía al Parque El Poblado y a la avenida principal. Incluso muy cerca de allí están La Sere Mediterranean Bistró (otro de sus restaurantes, especializado en pastas y pizzas), KAIME restaurante plant based y Aguafresca, restaurante mexicano/dinner party del chef Barrientos y Edgar Núñez.
Con 28 habitaciones distribuidas en cuatro diferentes categorías: Standard Suite, Junior Suite, Luxury Suite y una Presidential Suite, este hotel boutique se destaca por ofrecer experiencias de lujo colombianas en estos espacios para el descanso. Cuenta, además, con dos bares, dos restaurantes, un rooftop y su propio coffee shop. También ha sido el restaurante oficial de Colombiamoda y Colombiatex de las Américas, las ferias más importantes de Inexmoda y Latinoamérica en ese mercado durante varios años consecutivos.
De la cristalización de este ambicioso proyecto y mucho más hablamos con ‘JuanMa’, como es conocido cariñosamente en el ambiente gastronómico y que, por estos días, se encuentra en Medellín:
¿Hace cuánto estabas incubando la idea de crear un hotel?
La idea la tuvimos desde hace varios años y lanzamos el proyecto a los inversionistas; hace tres años lo abrimos.
¿Por qué decidiste explorar en este competido sector?
Nuestra aproximación a la cocina es desde las experiencias y nos hacía mucho sentido no tener un cliente tres horas, sino 24 y crear experiencias para él. Además, en la industria del lujo, casi todas las marcas habitan el mundo de la hotelería, sea una marca de carros de lujo o una que haga joyas, todas terminan convergiendo en este. Entonces nos hacía mucho sentido.
Y ¿desde el punto de vista de negocio?
También, porque tiene varios componentes, el de real state, de toda la parte de hospitalidad y alojamiento, de alimentos y bebidas con los restaurantes, y el componente de marca. Eso nos fue llevando a diseñar un hotel que nos soñamos, de lujo, pero al mismo tiempo muy cálido, donde te sientes como en casa. Si quieres ver gente y tener high energy, pues estás en los restaurantes, pero si subes al lobby estarás muy tranquilo. Es un equilibrio muy bacano.
¿Qué lo hace diferente a otras opciones en Medellín?
En la ciudad y en Colombia hay muy buena hotelería, que se ha fortalecido en los últimos años. La nuestra es una propuesta desde una aproximación gastronómica y de lujo, también desde una sensibilidad estética hacia la sobriedad con elementos como la madera, los jardines, las piedras y mármoles. Es un lugar de mucha tranquilidad y frescura para las personas que están por negocios o turismo en Medellín, pero quieren relajarse.
¿Cuál es tu espacio favorito en el hotel?
La verdad, habito todos los espacios. Tres años después de creado llego y me pregunto ¿dónde me voy a hacer hoy? Puedo estar en La Playita, en el café, en el lobby, o voy a La Sirena (la terraza) o me siento en el restaurante y hago reuniones. Realmente es un espacio muy mágico; yo cuando llego todavía no me la creo, es muy bonito, para mí es de los mejores hoteles en Colombia.
¿Qué es lo más retador del mundo hotelero?
Que en ningún momento está cerrado. Cuando estás en un restaurante, los panaderos o pasteleros pueden tener turno a las 6 o 7 de la mañana, pero no están atendiendo a los clientes. Aquí nunca cierras, el hotel todo el tiempo está abierto y funcionando. Es un reto muy apasionante, porque pasan mil cosas: que se fue la luz, que se disparó la planta… nosotros nos preocupamos mucho por los huéspedes, entonces si alguno no llega, lo llamamos y si salió a rumbear le preguntamos: ‘Quihubo, ¿todo está bien?’. Siempre estamos muy pendientes de cada detalle.
¿Qué les dirías a quienes aún no conocen Medellín ni tu hotel?
La gente que no ha venido a Medellín debería tener FOMO, que es Fear of Missing Out y significa miedo a perderse algo, porque esta ciudad, junto con Miami, podrían ser de las más cool de América. Me toca viajar por muchas partes y veo ciudades turísticas bellísimas, con mucha historia y contenido, pero como Medellín no. Este es el lugar donde la gente debería venir a pasar un fin de semana, salir a comer, a rumbear, tomarse unos tragos, disfrutar del clima. Realmente es hermosa esta ciudad.
Juanma, ¿qué es más desafiante para ti: ser empresario, chef o papá?
Definitivamente ser papá. Es la cosa más maravillosa del mundo y la más desafiante. Cuando uno es papá, es adulto (de la edad que tengas); pero yo estoy tan nuevo siendo papá, como ella siendo mi hija. Independiente de toda la experiencia de vida que tengo, al final del día solo tengo seis años de experiencia como papá y ella seis como hija. Uno, a veces, se encuentra con cosas que retan mucho y no sé qué hacer porque es mi primeva vez haciendo esto.
Este 2024 ¿qué sorpresas tienes para tus comensales?
En Elcielo Bogotá hay menú nuevo, demasiado rico y es una historia con un montón de arepas, tamales, langostinos con sorbetes, cordero, postrecito de guayaba con queso delicioso. Tiene influencia colombiana, con muchos productos endémicos y más influencia de la sabana cundiboyacense.
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